miércoles, 10 de agosto de 2016

Los tan temidos transgénicos, ¿ángeles o demonios?


Por Fernanda Quiroz Urbina*



En los últimos años el tema de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM), mejor conocidos como transgénicos, ha estado en un intenso debate entre científicos, agricultores, activistas y empresarios, entre otros actores involucrados. Los transgénicos se han satanizado de tal manera que la población en general toma los OGM como sinónimo de enfermedad e inclusive de muerte. Pero ¿realmente estas acusaciones tiene algún fundamento? O simplemente ¿se están dejando llevar por una campaña negativa en su contra?

Para empezar, ¿qué es un OGM o transgénico?


Para la Organización Mundial de la Salud un OGM se trata de un organismo vivo que ha sido modificado a nivel genético a través de técnicas biotecnológicas donde se puede insertar un gen de determinado ser vivo a otro organismo, inclusive de una especie distinta. Esto se hace con la finalidad de que el organismo al que se le es “pegado” el gen de interés, desarrolle o muestre las características que pueda expresar este gen. Como sabemos, el material genético o los genes son los encargados de hacernos diferentes a cualquier otra persona y que puede expresarse como en el color de piel, la forma de la nariz, orejas, labios, etc. Estos genes se encuentran contenidos en el Acido Desoxirribonucleico o ADN, y como su estructura es igual en todos los seres vivos, es posible hacer este cambio o adición de piezas, como se hace para crear un OGM.


Los Primeros Transgénicos

En 1973 Stanley Cohen y Herbert Boyer investigadores de la Universidad de Stanford y de la Universidad de California en San Francisco, respectivamente, desarrollaron el primer organismo transgénico, una bacteria de E. coli a la que se le injertó el gen de un virus. Cuando la bacteria se reprodujo, hizo copias del gen del virus. Esto provocó que la bacteria pudiera desarrollar resistencia a algunos antibióticos. Con esto se desarrolló la tecnología de "recombinación del ADN" en donde se puede aprovechar la alta tasa de reproducción de las bacterias, para generar productos genéticos de organismos superiores que se reproducen mas lentamente.






Los OGM no se limitan a sólo plantas, también pueden tratarse de animales, bacterias y hasta virus.


Como ya se ha planteado, la modificación genética de algún organismo tiene como finalidad el que se tengan algunas caracterices deseadas y así solucionar problemáticas que generalmente están relacionadas con la salud humana. Las primeras prácticas de transgénesis fueron enfocadas en la creación de organismos que sintetizaran algunas sustancias, como las proteínas y enzimas, muy parecidas a las humanas como lo son la insulina, hormonas del crecimiento, anticoagulantes de sangre, entre otros, que nos permiten el tratar diversas enfermedades y que se han comercializado en México y el mundo durante las ultimas tres décadas. De igual manera, la mayoría de los vegetales modificados genéticamente han sido alterados para tener una mayor productividad, así como para ser resistentes a factores ambientales como sequías y heladas o a distintos tipos de plagas.

Pero hasta este punto, ¿Los transgénicos son buenos o malos?

Como tal, ningún organismo genéticamente modificado tendría como finalidad dañar a ningún organismo vivo, sin embargo, factores como el tipo de organismo y su gestión es lo que los hace potencialmente peligrosos para otros organismo, y por lo tanto con el ambiente.

En este contexto, un organismo genéticamente modificado tiene sus pros y sus contras. Entre los beneficios de cultivar están:

Þ     Obtener una mayor productividad en los cultivos, con lo que se satisfaría la gran demanda alimentaria actual.

Þ     Tener cultivos más resistentes a determinadas plagas, enfermedades, virus y cambios ambientales como heladas y sequías.

Þ     Aunado al punto anterior, se necesitarían menos inversiones en cuanto a pesticidas o herbicidas, resultando en un ahorro económico para el agricultor.

Mientras que de manera negativa, el uso de los transgénicos puede provocar:

Ü     En el caso de la agricultura, perdida de la diversidad genética de las especies sembradas actualmente, debido al cambio a una técnica de cultivo extensiva.

Ü     Mezcla con organismos de la misma especie pero en una variedad silvestre o no modificada genéticamente, lo que podría generar características no deseadas en el organismo resultado de esta cruza.

Ü     Si una especie genéticamente modificada llega a convertirse en silvestre, es decir, que pueda propagarse naturalmente, puede provocar un cambio en la dinámica del sistema donde se encuentre.

Ü  Propiciar la aparición de especies patógenas resistentes, ya que sus propiedades de resistir a determinados organismos patógenos, por medio de la selección natural, se genera una selección de organismos mas resistentes haciendo que con el tiempo estos se propaguen de manera considerable.




Los transgénicos no son peligrosos, siempre y cuando se manejen bajo los cuidados y medidas establecidas en su creación.



Desde este punto de vista, los transgénicos nos pueden generar más problemas que soluciones, sin embargo es muy importante reconocer que cualquier actividad realizada pro el ser humano genera modificaciones en el ambiente, como la introducción de especies exóticas en ambientes naturales, provocando con esto la perdida de biodiversidad. De igual manera, el uso de agroquímicos como pesticidas y herbicidas tiene consecuencias negativas a largo plazo. Es por esto que no es necesario satanizar el uso de este tipo de tecnologías que han sido creadas por el ser humano para su beneficio, sino que también tenemos que reconocer las grandes ventajas que se genera en cuanto a investigación, producción y generación de materiales de interés. En cambio, hay que reconocer que uno de los factores más importantes para la aplicación de transgénicos es la manera en cómo se manejan, independientemente si se trate de una planta, un animal o un microorganismo el que ha sido modificado.

Pero entonces ¿Por qué hay tantos prejuicios ante los transgénicos?

Es justamente por un mal manejo de este tipo de organismos donde no se respetan los principios básicos de su uso, así como los límites éticos y ambientales que intervienen en su aplicación.

Un tema obligatorio en este sentido es Monsanto, una empresa que genera semillas transgénicas líder a nivel mundial y principal distribuidor en Latinoamérica, Estados Unidos y Canadá. Sus semillas son empleadas en más del 90% de los cultivos transgénicos en el mundo.

Esta empresa ha creado variedades de maíz y soya transgénicos que son resistentes a herbicidas muy eficientes como el glifosato, esto provoca que al ser utilizado este agroquímico, la única variedad vegetal resistente sea la transgénica. De hecho este tipo de cultivos se hace de manera extensiva, es decir, se establecen grandes extensiones de cultivo y el uso de pesticidas es muy recurrente ya que aminora gastos y hace más sencillo el cultivo disminuyendo la cantidad de trabajo empleado. Entonces si se tiene este tipo de manejo y se ocupan semillas como las que distribuye Monsanto, surgen afectaciones ambientales muy graves al acabar con la diversidad genética existente en la zona como plantas e insectos siendo incompatible con otros tipos de variedades de cultivo como los orgánicos o los nativos de la zona.

Además, Monsanto se ha encargado de promocionar el uso de agroquímicos potencialmente tóxicos sólo por que sus cultivos son resistentes a estos, inclusive se han dado casos en los que esta empresa ha demandado a agricultores locales por tener cultivos contaminados con sus productos transgénicos y como estos están patentados, Monsanto se encarga de aprovecharse de la situación que ellos mismos provocan.

Por este tipo de empresas -por que Monsanto no es la única- es que se ha conceptualizado tan negativamente a los organismos genéticamente modificados, a pesar de que también nos brindan gran número de ventajas.

Cabe mencionar que México se ha convertido en un blanco perfecto para Monsanto, al ser cuna del maíz y por su importancia en la producción de este cereal. Aunado a lo anterior, debido al gran número de variedades de maíz presentes en el país, ha aumentado considerablemente la desaprobación de los OGM.

Como dato extra, actualmente se comercializan en México algunas frutas y verduras que son genéticamente modificadas como lo son la calabaza, el melón, el arroz y la papaya. Aunque también están autorizados algodón, soya y canola

Hasta este punto se han podido resolver muchas dudas en torno a los transgénicos , pero aun asi quedan muchas por resolver, como por ejemplo, ¿Es seguro consumir OGM?

Las investigaciones realizadas en este contexto, no han podido establecer una relación entre el consumo de organismos genéticamente modificados con problemas a la salud, ya sea a mediano o largo plazo. Pero si aún queda el sentimiento de incertidumbre al consumir este tipo de productos, existen organismos gubernamentales que regulan la liberación y la producción de este tipo de organismos. En el caso de México, la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (CIBIOGEM) es el órgano del Poder Ejecutivo Federal que se encarga de establecer las políticas relativas a la seguridad de la biotecnología respecto al uso seguro de los organismos genéticamente modificados.

Y si aun así no existe una confianza generalizada hacia los organismos genéticamente modificados que podemos llegar a consumir, en muchas naciones se ha establecido que los alimentos que en su composición contengan ingredientes con estos antecedentes sean debidamente etiquetados para que los consumidores estén informados acerca de lo que consumen.

El tema de los OGM es muy amplio y muy controversial, queda en nosotros como posibles consumidores el estar bien informados. En todos los medios de comunicación se habla de este tema, sin embargo es mucho el amarillismo que lo envuelve, por lo que debemos ser críticos para tener una opinión propia.

Para conocer más, puedes consultar:

  • Gonzalo, Francisco (2011. Uso responsable de los Organismos Genéticamente Modificados. Academia Mexicana de Ciencias AC. México.


*Ciencias de la Tierra
faqzua@ciencias.unam.mx
FC - UNAM ~2016

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